En el panorama educativo actual, uno de los desafíos más importantes sigue siendo la equidad de género en áreas específicas del conocimiento. Históricamente, las mujeres han enfrentado barreras significativas en el ámbito de la Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática (STEM), mientras que los hombres han tenido menos incentivos para explorar áreas Humanísticas como las Artes y las Ciencias Sociales (HASS).
Es fundamental reconocer la importancia de fomentar la diversidad y el acceso equitativo a todas las disciplinas para construir una sociedad con mayor inclusión, diversidad e igualdad de género en las nuevas generaciones.
Incentivando la educación científica en mujeres
Las mujeres han demostrado una capacidad innegable para sobresalir en campos científicos, pero todavía enfrentan desafíos significativos respecto a su participación. Según ONU Mujeres, en nuestro país, menos del 34% de investigadores son mujeres, sólo el 12% son graduadas en carreras TIC y 17% de graduadas en ingenierías (Ver informe completo de ONU MUJERES).
Según el mismo estudio, la tasa mundial promedio de mujeres investigadoras en 2019 era de solo 29,3%. De hecho, solo 3% de los Premios Nobel en Ciencias han sido otorgados a mujeres.
¿Cómo podemos fomentar una mayor participación femenina en estas áreas del conocimiento?
Modelos a Seguir: Es crucial exponer a modelos femeninos exitosos en las STEM desde una edad temprana. Conferencias, mentorías y programas educativos que destaquen a mujeres científicas pueden inspirar y mostrar posibilidades de carrera.
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Didáctica en contexto: Mostrar cómo la ciencia afecta positivamente la vida cotidiana puede aumentar el interés y la participación femenina.
Educación Inclusiva: Las escuelas y universidades deben implementar políticas que promuevan un entorno inclusivo y libre de prejuicios. Esto puede incluir mayor oferta de talleres extraprogramáticos científicos y programas de becas para mujeres en las carreras STEM, entre otros.
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Apoyo Familiar y Comunitario: Educación en el hogar y en la comunidad juegan un papel crucial. Apoyar el interés de las niñas en ciencia desde el principio puede cambiar su percepción de lo que es posible y alcanzable.
Promoviendo la educación humanista en hombres
¿Existe el mismo interés por la incorporación de hombres en carreras con alta participación femenina?
Así como se busca aumentar el número de mujeres en carreras STEM, es necesario observar la cifra a la inversa. Vale decir, qué sucede con la desproporcionalidad de las carreras dominadas por mujeres, donde existe escasa participación masculina.
Existen áreas donde la necesidad de inclusión masculina se ha invisibilizado, principalmente en carreras pertenecientes a las áreas del conocimiento de Salud o Educación.
Contexto:
Según el último INFORME TENDENCIAS DE ESTADÍSTICAS DE EDUCACIÓN SUPERIOR POR SEXO 2005-2023 del Consejo Nacional de Educación (CNED), las cinco licenciaturas o carreras profesionales que cuentan con la mayor participación de mujeres, durante el año 2023, son: Educación Parvularia (97,0%), Obstetricia y Puericultura (96,5%), Educación Diferencial (91,9%), Psicopedagogía (91,8%) y Terapia Ocupacional (84,4%), todas ellas pertenecientes a las áreas del conocimiento de Salud o Educación.
¿Cómo podemos fomentar una mayor participación masculina en estas áreas del conocimiento?
Ampliar la definición de éxito: Cambiar la narrativa de éxito para incluir logros en las humanidades y las artes. Esto puede disminuir la presión sobre los hombres para que solo anhelen carreras en campos tradicionalmente considerados "masculinos".
Interdisciplinariedad: Fomentar programas educativos que integren tanto las ciencias como humanidades. Esto puede abrir oportunidades para que los hombres vean la interconexión entre diferentes disciplinas y apliquen enfoques holísticos a los problemas.
Reconocer contribuciones: Aumentar la difusión de casos de éxito de hombres en áreas del conocimiento que son tradicionalmente “femeninos”. Esto puede inspirar a las nuevas generaciones a explorar estas áreas y valorar su importancia en la sociedad.
La elección de una carrera profesional está orientada por la forma en que vemos el mundo desde que somos niños y niñas. Desde allí, comienzan a formarse y repetirse los estereotipos de género, es decir, ideas generalizadas sobre los atributos o características propias de hombres y mujeres.
Incentivar desde la infancia la exploración de los diversos ámbitos del conocimiento, sin caer en un sesgo de género es fundamental. Vale la pena plantearse cómo los docentes pueden colaborar y aportar desde sus aulas con la disminución de la reproducción de estereotipos de género que hacen que ciertas profesiones se categoricen como esencialmente “masculinas” o “femeninas”, motivando un conocimiento universal y accesible para todo el estudiantado.
La educación inclusiva entre hombres y mujeres no se trata solo de equidad, sino también de aprovechar al máximo el potencial de todos los individuos. Al eliminar los estereotipos de género y promover acceso y participación en todas las disciplinas, podemos impulsar un cambio cultural que nos permita construir un futuro donde todos tengan la oportunidad de aportar plenamente al progreso humano. Es responsabilidad de todos trabajar juntos para romper estas barreras.
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